Heineken se está dirigiendo hacia el tema de la "híper conectividad" en una nueva colaboración con Bodega. "The Boring Phone" tiene la intención de animar a los consumidores a desconectarse y conectarse de una manera que sea a la vez elegante y nostálgica. El teléfono tiene una semana de batería y 20 horas de tiempo de conversación, según el comunicado. Se entregará a los "revelers" de todo el mundo.

La campaña de apoyo incluye varios anuncios de 15 segundos que muestran a las personas que abandonan sus teléfonos inteligentes en favor de vivir el momento, como disfrutar de un concierto o entrar espontáneamente en un bar e interactuar con otros por botellas de Heineken. Los lugares cuentan con lo que le falta a The Boring Phone, como mapas y redes sociales.


La campaña se inspiró en las ideas de una encuesta encargada por la marca a 4.000 usuarios de teléfonos inteligentes de la generación Z y del milenio, con resultados que muestran que estos consumidores revisan su teléfono un promedio de siete veces cuando están fuera y el 62 % revisan las redes sociales cuando están con otros. Además, el 36 % admitió haber revisado los correos electrónicos del trabajo, mientras que el 30 % dijo que jugaban a escondidas. Sin embargo, la encuesta también reveló que estos usuarios desean romper con tal comportamiento, con un 37 % creyendo que revisan sus teléfonos más a menudo de lo que deberían mientras están fuera y el 32 % dijo que les gustaría poder desconectar de sus teléfonos durante una noche de fiesta. Cuando se trata de apagar su teléfono o dejarlo en casa mientras está fuera, el 22 % indicó que ya lo hace y el 38 % dijo que consideraría hacerlo.

La campaña fue creada en colaboración con LePub, que forma parte de Publicis Groupe. El apoyo adicional proviene de la agencia de relaciones públicas The Romans y la agencia de medios Dentsu Redstar. Human Mobile Devices produjo los teléfonos.

La campaña abarca la creciente nostalgia por el Y2K, un tiempo antes de que los teléfonos inteligentes jugaran un papel tan importante en la vida de los consumidores, al tiempo que promueve los principios clave de Heineken de desconectar y vivir el momento. Esta no es la primera intadada de la marca de cerveza en la tecnología antitecnología: en 2022, la cerveza lanzó un abridor de botellas que cerró las aplicaciones de trabajo.